viernes, 27 de abril de 2012

El origen de las distintas expresiones comunes: los gilipollas

Muchas veces bucear en el origen de las expresiones que utilizamos cada día puede depararnos más de una sorpresa...en cualquier caso son historias tan divertidas y curiosas que merecen ser contadas.

Desde aquí intentaré, de vez en cuando, contar la naturaleza y desarrollo de algunas de esas expresiones. Y, por comenzar con alguna, lo haré con un adjetivo de esos que es preferible no usar demasiadas veces al día...pero que siempre nos acaba asomando a los labios cuando nos enfrentamos a ciertas personas.

Los gilipollas.

Y esta palabra tan despectiva tiene detrás de sí una historia que pide a gritos ser contada.

Resulta que a finales del siglo XIX vivía en MAdrid un comenciante apellidado Gil y Mon, un hombre honrado y trabajador que, con esfuerzo, había ido creándose una pequeña fortuna que le permitía codearse con los grandes círculos sociales de la ciudad...una clase a la que, por nacimiento, no pertenecía...

Este Gil y Mon tenía dos hijas, y su mayor ilusión en la vida era casar a alguna de ellas (a ambas, si la suerte le sonreía) con alguien de la nobleza, para alcanzar así el anhelo último del gran burgués, que es saltar de clase y emparentar con la hidalguía...

Para conseguir eso Gil y Mon acompañaba a sus hijas a cuantas fiestas de sociedad se celebraban en el Madrid de la época. Las chicas, por lo visto no demasiado agraciadas, acudían con enorme perifollo a esas celebraciones...y pronto comenzaron a ser miradas de forma despectiva por aquellos a quienes pretendían conquistar...que las llamaban "pollitas" o "pollas".

Así que cuando el orgulloso padre entraba por las puertas de un salón de baile, los malintencionados, que siempre abundan, susurraban al de al lado..."ahí vienen el Señor Gil y sus pollitas"...o "ahí vienen los Gil y pollas"...

Esto, añadido al hecho de que ningunod e los tres protagonistas de la historia podía presumier de tener demasiadas luces...pues fue familiarizando la expresión "gilipollas" para referirse a alguien que...bueno, lo cierto es que su significado actual todos lo sabemos...

Desconozco si las susodichas pollas consiguieron cazar marido...Si existe justicia poética en este mundo espero que écharan el lazo a alguno de los que las despreciaba de primeras y después se arrimaba a ellas olisqueando su hacienda....

Otro día cuento más oríegens de expresiones....

jueves, 12 de abril de 2012

Entrevista en "La Rueda del Misterio".

Os dejo aquí el audio del programa "La rueda del misterio", en el cual el buen amigo Miguel Ángel Pertierra me hizo una entrevista sobre el libro "Ooparts. Objetos Imposibles".
Ya me diréis qué os parece....


http://laruedadelmisterio.blogspot.com.es/

http://www.ivoox.com/p-211-ooparts-objetos-perdidos-tiempo-audios-mp3_rf_1158697_1.html

http://www.laruedadelmisterio.es/La%20Rueda%20del%20Misterio.html
 
 

martes, 10 de abril de 2012

La relación entre los universos paralelos y las ruletas de Las Vegas






La historia es, seguramente, falsa. Sin embargo, como si non e vero e ben trovatto, no me resisto jamás a ella. Me encanta, me parece extraordinariamente descriptiva de algo tan difícil de escribir.
Cuenta la leyenda que una noche un físico entró apresuradamente en un casino de Las Vegas. Tenía una enorme sonrisa dibujada en su rostro, la ilusión que pintaba los ojos.
Esa misma tarde había ido al banco y había sacado todos los ahorros de su maldita carrera como científico investigador. Apenas 35000 dólares, se vende barato hoy en día el genio.
Cuando entró en el casino unos cuantos le miraron. Estaba claro que no pegaba con el local, con el ambiente. El traje arrugado, los andares torpes, las gafas de culo de vaso. Pelo recién salido de una entrevista a Einstein. Pero en fin, que estaba en una ciudad donde la gente se casa vestida de Elvis, donde la gente ve todos los días a Elvis, donde la gente sueña que puede soñar.
Así que tampoco era tan raro.
El caso es que aquel físico, que se dedicaba en su vida profesional a explorar la teoría de las supercuerdas, y más concretamente la variante del Multiverso, se dirigió a la oficina de canje en fichas, y cambió todo su dinero. Después se encaminó, decidido, a la ruleta.
Estaba exultante, féliz.
Cuando llegó a la ruleta se abrió paso entre jugadorea amedrentados y curiosos. Una vez que sus manos tocaron el tapete verde decidió que no se echaría atrás.
Apostó el dinero, los 35000 dólares, al número 12.
Todos los que estaban alrededor de la mesa se tensaron, sorprendidos. Muchos habían visto apuestas como esa, incluso mayores. Pero venían de grandes fortunas, de hombres que, saltaba a la vista, consideraban ese dinero calderilla. Pero aquel pobre desgraciado tenía toda la pinta de estar arriesgando su futuro.
Incluso el croupier, un hombre joven, 37 años, moreno y delgado, se dio cuenta de lo que estaba pasando. Señor, le dijo, esa apuesta es muy fuerte, quizá prefiera ir entrando en el juego poco a poco antes de hacer una similar.
Entonces el físico sonrío. Habló de manera atropellada, desacompasada, como si tuviera que explicar algo muy difícil a un mocoso y no gozara de tiempo suficiente para hacerlo.
No me importa, dijo. Tiene que entender, tiene que entenderlo. Aunque pierda aquí y ahora, en este tiempo y este espacio, un yo mío, otro yo mío, exactamente igual salvo que él goza de mayor fortuna, se hará millonario en otro universo de los infinitos que hay. Saldrá de este Casino con la vida resuelta, con tiempo para poder pasar el resto de sus días investigando, trabajando, creando hipótesis demostrables o indemostrables. También habrá un número infinito de yoes que perderán todo, pero se compensarán con mi número infinito de yoes que gozarán de dinero y fama.
El croupier, los ojos muy abiertos, la boca igual, no sabe qué decir.
Así que deje ese dinero donde está.
Asiente, despacio.
Acciona el mecanismo de la ruleta, la bola empieza a girar.
En un número absolutamente infinito de universos ocurre la misma acción al mismo tiempo, si es que el tiempo existe.
En este, en este en conceto, el físico pierde. Y aun así tiene la misma sonrisa boba en la boca, la misma ilusión vana en los ojos.

viernes, 6 de abril de 2012

La historia de la santa que murío un 4 de octubre y fue enterrada al día siguiente...15 de octubre...

Santa Teresa de Jesús fue una de las personas fundamentales del barroco español. Su vida y su muerte están llenas de momentos para el recuerdo...bueno, la mayoría de ellos sucedieron después de fallecida la monja...Dos ejemplos...la momia de Santa Teresa durmió una noche en el lecho real, para procurar dar vigores sexuales al pobre desgraciado que era Carlos II...algo que, como vimos, no logró...El segundo ejemplo..el brazo momificado de Santa Teresa descansaba siempre en la mesilla de noche del dictador Francisco Franco...se desconoce si buscaba ímpetu sexual él también...

Curioso es también el hecho de que Santa Teresa de Jesús murió el 4 de octubre de 1582...y fue enterrada al día después...15 de octubre de 1582...Esta aparente imposiblidad sucedió debido al ajuste del calendario...

Hasta ese año 1582 en la Monarquía española regía el calendario juliano, introducido en el Imperio Romano por Julio César...aun contando con una gran precisión, el calendario juliano presentaba un desfase de un día, más o menos, cada 150 años...

De esta forma en el siglo XVI había un desafse de diez días...que se corrigieron con la entrada en vigor del Calendario Gregoriano, llamado así por ser su impulsor el Papa Gregorio XIII. Se dispuso, pues, que se "saltasen" diez días del calendario...diez días que no existieron...

Curiosamente esas fechas antes reseñadas fueron las elegidas...y, por tanto, los dias que 5 al 14 de octubre de 1582...jamás existieron...y por eso Santa Teresa murió el 4 y fue enterrada la jornada siguiente...15 de octubre de 1582....